Montserrat Serra, enfermera del colegio Juan Pablo II de Parla, previno a los alumnos de primaria del centro de los riesgos que ocasionan  unos malos hábitos alimenticios. A lo largo de tres charlas informativas, les concienció sobre la necesidad de evitar la bollería industrial, las golosinas y grasas saturadas.

En estos últimos años, los datos relativos al estado nutricional en la infancia muestran tendencias que se deben corregir. Numerosos estudios nos advierten del incremento que la obesidad ha experimentado en los últimos años en España. De acuerdo, con los datos hechos públicos los niños que, entre seis y diez años, se hallarían en una situación de sobrepeso u obesidad, como consecuencia de una malnutrición por exceso superaría en España el 40%.

En este contexto, provocado por los malos hábitos alimenticios y el abuso de la comida rápida se presenta la recuperación de un patrón alimentario que forma parte de nuestro legado gastronómico y cultural como es la dieta mediterránea. Cada día se dispone de mayores evidencias científicas sobre su papel protector en la prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares.

Además de la mala alimentación, la inactividad y el ocio pasivo serían también factores determinantes para explicar esta obesidad infantil que afecta a todo el continente europeo y que muchos expertos no dudan en calificar de pandemia,

De todo ello habló Montserrat Serra, enfermera del colegio Juan Pablo II de Parla en las tres charlas dirigidas a todos los alumnos de Primaria en las que trato de concienciarles de la necesidad de generar buenos hábitos alimenticios, tan necesarios en esa etapa de su vida en la que se encuentran en pleno proceso de crecimiento.

A lo largo de sus intervenciones, Serra hizo especial hincapié en que se evitaran la bollería industrial, las golosinas y las grasas saturadas.