QUIENES SOMOS
Somos un Colegio concertado bilingüe desde 1 año hasta la universidad,
de la Fundación Educatio Servanda.
QUIENES SOMOS
Somos un Colegio concertado bilingüe desde 1 año hasta la universidad,
de la Fundación Educatio Servanda.
FUNDACIÓN
EDUCATIO SERVANDA
La Fundación Educatio Servanda nace por la iniciativa de un grupo de familias cristianas, que deciden trabajar conjuntamente para edificar un modelo educativo propio, una educación que mira con amor a la persona y la eleva a su plenitud, en comunión con sus obispos.
Familia, enseñanza, ocio en el tiempo libre y presencia pública son los cuatro son los pilares que sustentan acción de la Fundación.
FUNDACIÓN
EDUCATIO SERVANDA
La Fundación Educatio Servanda nace por la iniciativa de un grupo de familias cristianas, que deciden trabajar conjuntamente para edificar un modelo educativo propio, una educación que mira con amor a la persona y la eleva a su plenitud, en comunión con sus obispos.
Familia, enseñanza, ocio en el tiempo libre y presencia pública son los cuatro son los pilares que sustentan acción de la Fundación.
¿QUÉ QUEREMOS?
Ayudar verdaderamente a las familias en la hermosa tarea de educar a su hijo fundada en la Verdad, centrado en la persona y con el objetivo final que lleve a cada alumno, a descubrir la Belleza para poder tener un encuentro personal con la Trascendencia.
Enseñar a cada alumno a ser verdaderamente libre y responsable, promoviendo en él una conciencia crítica que le permita analizar, discernir e interpretar con rigor el mundo que le rodea.
Nuestras familias, involucradas con el proyecto, que nos hacen participes de la educación del mayor tesoro que tienen, sus hijos, son nuestro apoyo imprescindible y sustento.
Nuestros alumnos, los protagonistas, son el motor de nuestro día a día en el colegio.
Nuestro personal, docente y no docente, son la pieza clave de que este proyecto haya salido adelante, su ilusión, su esfuerzo, profesionalidad y sobretodo el amor por nuestros alumnos son nuestro claro elemento diferenciador.
Trabajamos de manera conjunta con la intención de que nuestros alumnos sean personas bien formadas, no solo en el aspecto académico, también personal, social y espiritualmente, hombres y mujeres con virtudes dispuesto a ser un bien para los que les rodean.
¿QUÉ QUEREMOS?
Ayudar verdaderamente a las familias en la hermosa tarea de educar a su hijo fundada en la Verdad, centrado en la persona y con el objetivo final que lleve a cada alumno, a descubrir la Belleza para poder tener un encuentro personal con la Trascendencia.
Enseñar a cada alumno a ser verdaderamente libre y responsable, promoviendo en él una conciencia crítica que le permita analizar, discernir e interpretar con rigor el mundo que le rodea.
Nuestras familias, involucradas con el proyecto, que nos hacen participes de la educación del mayor tesoro que tienen, sus hijos, son nuestro apoyo imprescindible y sustento.
Nuestros alumnos, los protagonistas, son el motor de nuestro día a día en el colegio.
Nuestro personal, docente y no docente, son la pieza clave de que este proyecto haya salido adelante, su ilusión, su esfuerzo, profesionalidad y sobretodo el amor por nuestros alumnos son nuestro claro elemento diferenciador.
Trabajamos de manera conjunta con la intención de que nuestros alumnos sean personas bien formadas, no solo en el aspecto académico, también personal, social y espiritualmente, hombres y mujeres con virtudes dispuesto a ser un bien para los que les rodean.
JUAN PABLO II PARLA
El 8 de septiembre del 2014 el colegio Juan Pablo II abrió sus puertas.
Un grupo de 16 profesionales se embarca en la aventura de dar comienzo a este grandioso proyecto: traer a Parla el primer colegio católico concertado del municipio a petición de cientos de familias deseosas de tener un centro escolar de estas características en su ciudad.
JUAN PABLO II PARLA
El 8 de septiembre del 2014 el colegio Juan Pablo II abrió sus puertas.
Un grupo de 16 profesionales se embarca en la aventura de dar comienzo a este grandioso proyecto: traer a Parla el primer colegio católico concertado del municipio a petición de cientos de familias deseosas de tener un centro escolar de estas características en su ciudad.
CARTA DEL DIRECTOR
Alfonso Die
Estimada familia,
Nuestro patrón, el Papa San Juan Pablo II, definía a los hijos como “un don preciosísimo del matrimonio”. Conscientes de la grandeza que cada uno de los hijos representa para sus padres, acogemos con entusiasmo y con sentido de la responsabilidad la hermosa tarea de ayudarles en la educación de sus hijos.
Queremos ofrecer a todas nuestras familias una educación de calidad, porque todos tienen derecho a acceder al saber y al conocimiento y, aún más, de desarrollar gusto por la verdad y capacidad de observación, análisis y asombro ante la realidad. Pero, puesto que la escuela debe formar al hombre y no solamente informarle, por encima de la mera comunicación de contenidos académicos priorizamos el crecimiento y el desarrollo integral del alumno como persona.
¿Qué es y en qué consiste ese crecimiento? Básicamente, en el desarrollo de su capacidad de apertura. En un mundo extraordinariamente individualista, es fundamental que el niño y el joven aprendan, poco a poco, a salir de sí mismos, a mirar hacia fuera, a pensar en los demás. Esa es la característica fundamental de la madurez: la ausencia de egoísmo. Saber salir de uno mismo implica estar abierto a los demás. Aprender a servir a los demás equivale a saber vivir y ser capaz de amar. Y puesto que amar significa vivir para otro, solamente aquel que sabe amar y es capaz de entregarse está en el camino de la felicidad. Ese es el desarrollo integral de la persona que queremos fomentar en nuestros alumnos.
Nuestros hijos están creciendo en un contexto histórico y cultural en constante transformación, donde parece que nada es para siempre, nada permanece ni es definitivo. Dentro de este marco social caracterizado por la transitoriedad y por un acusado relativismo, apelamos precisamente a lo más hondo y auténtico de la persona, a lo que no cambia de un día para otro, porque la persona, básicamente, es un ser en relación; en relación con los demás y en relación con Dios.
Por lo tanto, con el máximo respeto a la diversidad cultural en la que estamos inmersos, queremos ser presencia viva del Evangelio en el campo de la educación y proponer a Jesucristo como sentido de la vida y de la historia a todas las familias que acuden a nosotros. Para ello, basamos nuestro modelo educativo en el humanismo cristiano y en la doctrina social de la Iglesia católica, asentándolo en tres principios básicos: educación en virtudes, educación integral de la persona y educación de calidad. Y es que solamente a través del crecimiento en virtudes se educa a la persona en el desarrollo de su libertad, pero esto tiene que darse necesariamente de la mano de una formación de la más alta calidad, sin improvisaciones, impartida por personal cualificado y rico en humanidad.
Todo el equipo directivo, el personal docente y de administración y servicios que constituimos esta comunidad educativa, trabajaremos siempre procurando que estos principios que he intentado condensar aquí se concreten al máximo en el día a día de la vida escolar de sus hijos, para formar entre todos personas libres, capaces de compromisos firmes y definitivos en sus vidas.
Educar, lo saben muy bien todos los padres, es tarea sacrificada, pero también extraordinariamente gratificante. Junto con nuestro Papa Francisco, entendemos que “educar es un acto de amor, es dar vida. Y el amor es exigente”. Les garantizamos que nos dedicaremos a ello con toda nuestra ilusión, y esperamos de corazón que nuestra labor suponga una ayuda para cada familia en el gran reto de la educación de sus hijos, de la que los padres son los primeros y principales responsables.
CARTA DEL DIRECTOR
Alfonso Die
Estimada familia
Nuestro patrón, el Papa San Juan Pablo II, definía a los hijos como “un don preciosísimo del matrimonio”. Conscientes de la grandeza que cada uno de los hijos representa para sus padres, acogemos con entusiasmo y con sentido de la responsabilidad la hermosa tarea de ayudarles en la educación de sus hijos.
Queremos ofrecer a todas nuestras familias una educación de calidad, porque todos tienen derecho a acceder al saber y al conocimiento y, aún más, de desarrollar gusto por la verdad y capacidad de observación, análisis y asombro ante la realidad. Pero, puesto que la escuela debe formar al hombre y no solamente informarle, por encima de la mera comunicación de contenidos académicos priorizamos el crecimiento y el desarrollo integral del alumno como persona.
¿Qué es y en qué consiste ese crecimiento? Básicamente, en el desarrollo de su capacidad de apertura. En un mundo extraordinariamente individualista, es fundamental que el niño y el joven aprendan, poco a poco, a salir de sí mismos, a mirar hacia fuera, a pensar en los demás. Esa es la característica fundamental de la madurez: la ausencia de egoísmo. Saber salir de uno mismo implica estar abierto a los demás. Aprender a servir a los demás equivale a saber vivir y ser capaz de amar. Y puesto que amar significa vivir para otro, solamente aquel que sabe amar y es capaz de entregarse está en el camino de la felicidad. Ese es el desarrollo integral de la persona que queremos fomentar en nuestros alumnos.
Nuestros hijos están creciendo en un contexto histórico y cultural en constante transformación, donde parece que nada es para siempre, nada permanece ni es definitivo. Dentro de este marco social caracterizado por la transitoriedad y por un acusado relativismo, apelamos precisamente a lo más hondo y auténtico de la persona, a lo que no cambia de un día para otro, porque la persona, básicamente, es un ser en relación; en relación con los demás y en relación con Dios.
Por lo tanto, con el máximo respeto a la diversidad cultural en la que estamos inmersos, queremos ser presencia viva del Evangelio en el campo de la educación y proponer a Jesucristo como sentido de la vida y de la historia a todas las familias que acuden a nosotros. Para ello, basamos nuestro modelo educativo en el humanismo cristiano y en la doctrina social de la Iglesia católica, asentándolo en tres principios básicos: educación en virtudes, educación integral de la persona y educación de calidad. Y es que solamente a través del crecimiento en virtudes se educa a la persona en el desarrollo de su libertad, pero esto tiene que darse necesariamente de la mano de una formación de la más alta calidad, sin improvisaciones, impartida por personal cualificado y rico en humanidad.
Todo el equipo directivo, el personal docente y de administración y servicios que constituimos esta comunidad educativa, trabajaremos siempre procurando que estos principios que he intentado condensar aquí se concreten al máximo en el día a día de la vida escolar de sus hijos, para formar entre todos personas libres, capaces de compromisos firmes y definitivos en sus vidas.
Educar, lo saben muy bien todos los padres, es tarea sacrificada, pero también extraordinariamente gratificante. Junto con nuestro Papa Francisco, entendemos que “educar es un acto de amor, es dar vida. Y el amor es exigente”. Les garantizamos que nos dedicaremos a ello con toda nuestra ilusión, y esperamos de corazón que nuestra labor suponga una ayuda para cada familia en el gran reto de la educación de sus hijos, de la que los padres son los primeros y principales responsables.
EQUIPO
“La educación católica consiste sobre todo en comunicar a Cristo, en coadyuvar a que se forme Cristo en la vida de los demás”
SS Juan Pablo II
Lo que otorga el valor añadido a las personas que trabajan en el Colegio Juan Pablo II no es solo la calidad de su formación académica, sino el valor infinito que se reconocen en cada alumno.
Todo el equipo de profesionales que formamos el colegio, estamos comprometidos con una vocación de entrega a nuestros alumnos y sus familias.
EQUIPO DIRECTIVO
EQUIPO
“La educación católica consiste sobre todo en comunicar a Cristo, en coadyuvar a que se forme Cristo en la vida de los demás”
SS Juan Pablo II
Lo que otorga el valor añadido a las personas que trabajan en el Colegio Juan Pablo II no es solo la calidad de su formación académica, sino el valor infinito que se reconocen en cada alumno.
Todo el equipo de profesionales que formamos el colegio, estamos comprometidos con una vocación de entrega a nuestros alumnos y sus familias.
EQUIPO DIRECTIVO
Don Alfonso
Die
Director
P. Dimitri
Armejo
Capellán
Doña Almudena
Quintas
Subdirectora Infantil y Primaria
Doña Elena
García
Coordinadora Infantil
Doña Cristina
Díaz
Coordinadora 1o-3o Primaria
Don Juan Pedro
Sánchez-Horneros
Coordinador 4o-6o Primaria
Don Rodrigo
Bermejo
Coordinador
Secundaria y Bachillerato.
Educar integralmente
Desde 1 año hasta la universidad
El Colegio Juan Pablo II de Parla es un centro concertado bilingüe que busca educar integralmente a la persona, desde un año hasta la universidad.
La educación es concertada para los niveles de Infantil, primaria y secundaria, desde los tres hasta los dieciséis años. El Colegio acoge a niños de uno y dos años y de Bachillerato en régimen privado.