En el colegio Juan Pablo II de Parla lanzamos el Comedor Turorial, un proyecto diseñado para que la hora de la comida sea mucho más que un simple momento de alimentación. A través de la convivencia con sus tutores, los alumnos de primaria aprenden modales en la mesa, hábitos saludables y valores fundamentales para su desarrollo personal y social.

En un comedor separado del habitual, cada tutor comparte mesa con su grupo de alumnos, fomentando la conversación respetuosa, la atención plena y el aprendizaje de normas básicas de convivencia: cómo sentarse correctamente, cómo utilizar los cubiertos y cómo respetar turnos al hablar. Pero más allá de estas enseñanzas prácticas, la iniciativa busca fortalecer el vínculo tutor-alumno en un ambiente relajado y cercano.

¿Por qué ahora y por qué es tan importante?

La infancia es la etapa clave para la adquisición de hábitos duraderos. Según la American Academy of Pediatrics, comer en un entorno estructurado y acompañado fomenta no solo la adopción de prácticas saludables, sino también el desarrollo de habilidades sociales y emocionales esenciales. Las comidas compartidas mejoran la comunicación, la empatía y la capacidad para resolver conflictos de manera pacífica.

Además, estudios de la Harvard Graduate School of Education destacan que los niños que comparten comidas en un ambiente educativo y familiarizado mejoran su autoestima, su rendimiento académico y su capacidad para afrontar situaciones sociales con mayor seguridad. Este tipo de dinámicas, según Harvard, fomenta un 40 % más de participación en actividades escolares y un 30 % más de confianza en entornos grupales.

Pero el Comedor Tutorizado no solo enseña normas de convivencia y buenos modales. También ofrece un espacio para que tutores y alumnos compartan experiencias, conversen sobre su día a día y refuercen la confianza mutua. Este ambiente de cercanía favorece la escucha activa y permite a los tutores conocer mejor a cada estudiante, comprendiendo sus necesidades y fortalezas en un contexto diferente al aula.

Otro aspecto destacado es el impacto positivo en la autonomía y la responsabilidad de los alumnos. Al aprender a organizar su espacio, respetar el tiempo de comida y colaborar en las tareas asociadas (como recoger la mesa), interiorizan valores que les acompañarán toda la vida.

Finalmente, el Comedor Tutorizado es también un espacio para fomentar la alimentación saludable. Los tutores guían a los alumnos en la elección de alimentos equilibrados y en la importancia de disfrutar la comida de forma consciente, lejos de las distracciones.

Con esta iniciativa,reafirmamos nuestro compromiso con una educación integral que trasciende el aula y prepara a los alumnos para desenvolverse con éxito en todos los ámbitos de su vida. Comer bien, convivir mejor y aprender juntos: ese es el objetivo final de este innovador proyecto.